Detectado por un equipo de astrofísicos en EE UU.
Su origen puede estar en el choque entre dos agujeros negros.
Se produjo a 3.000 millones de años luz de la Tierra.
Un grupo de astrónomos experimentó lo que nunca antes habían visto, un poderoso chorro de ondas de radio que podría abrir nuevos caminos en la búsqueda de estrellas o agujeros negros agonizantes.
El equipo, formado por expertos de varias universidades de EE UU y Australia, estaba buscando pulsares (estrellas de neutrones que emiten radiación pulsante periódica), cuando recibió la gigantesca señal de radio.
El chorro pudo proceder de un universo muy lejano
Fue muy breve, pero extremadamente potente, y al parecer provenía de un lugar a 3.000 millones de años luz de la Tierra.
"El enorme chorro parece que se originó en un universo muy lejano, y pudo haber sido producido por un choque entre dos estrellas de neutrones o los últimos momentos de la evaporación de un agujero negro, comentó Duncan Lorimer , astrofísico de la Universidad Occidental de Virginia y del Observatorio Nacional de la Radioastronomía.
Para el grupo de investigadores, esta señal de radio, que duró cinco milisegundos, casi seguro que la originó un solo acontecimiento cósmico, como una potente supernova o el choque entre dos agujeros negros.
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