martes, noviembre 27, 2007

El Mayor Radiotelescopio del Mundo en Peligro


Es el radiotelescopio de un solo plato más grande del mundo y es reconocido como uno de los centros de investigación más importantes en el área de la radioastronomía, astronomía planetaria y de estudios atmosféricos. Su existencia, sin embargo, está en peligro y podría cesar operaciones en el año 2011 si para entonces no se resuelven sus problemas presupuestarios.Se trata del Observatorio de Arecibo -por el nombre del municipio de Puerto Rico donde está ubicado- y es parte del Centro Nacional de Astronomía e Ionosfera (NAIC) de la Universidad estadounidense de Cornell, que lo opera como parte de un acuerdo cooperativo con la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) de Estados Unidos.El telescopio destaca en el mundo por su gran tamaño. El diámetro de su antena principal es de 305 metros y está construida dentro de una depresión. Es de hecho la antena convergente más grande y curvada del mundo, lo que contribuye a su gran capacidad de recepción de ondas electromagnéticas.La antena es esférica, no parabólica, lo que facilita orientar el telescopio. Es fija pero el receptor se sitúa en su punto focal para interceptar las señales reflejadas de las diferentes direcciones por la superficie esférica.Su posición en Arecibo, en la costa norte puertorriqueña, lo coloca cerca del Ecuador, lo que le facilita el estudio de la Ionosfera y los planetas cercanos. El área donde está ubicado es de un terreno cársico, con grandes sumideros de piedra caliza, que aportaron una geometría natural para la construcción del reflector de 305 metros de diámetro.El radiotelescopio realiza investigaciones sobre la ionosfera desde que se inauguró en 1963. Mucho de lo que hoy se conoce sobre la región de la atmósfera que se extiende entre 80 y 500 kilómetros sobre la superficie de la Tierra es debido a la investigación básica realizada en el Observatorio de Arecibo, se asegura.A sus investigaciones se le atribuye además el mejoramiento de los sistemas de comunicación y navegación para la raza humana. Se realizan allí también importantes investigaciones sobre los cambios climáticos globales.Su enorme importancia es reconocida por científicos y académicos, como lo evidencian los testimonios ofrecidos recientemente ante el subcomité de Asuntos Espaciales y Aeronáutica de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.Allí un ex director de este observatorio, Donald Campbell, y el gerente del programa de Objetos Cercanos a la Tierra de la NASA, Donald Yeonnas, advirtieron sobre los peligros que representa el cierre de las instalaciones y alertaron sobre la importancia que tiene el telescopio para observar asteroides que se aproximan a la Tierra.Goldstone, en California, y el Observatorio de Arecibo, afirmaron, son los únicos radares en la Tierra que pueden hacer esa tarea.“Reemplazar el telescopio y el sistema de radar de Arecibo con una instalación que tenga la misma misión costaría cientos de millones de dólares”, aseguró Campbell entonces.Yeonnas precisó que el 65 por ciento de los experimentos realizados con telescopio para conocer los asteroides que se aproximan a la Tierra son hechos en Arecibo.En esa misma audiencia la Sociedad Planetaria, una entidad cívica de Estados Unidos que favorece la exploración espacial, también rechazó el propuesto cierre del laboratorio y precisó que las investigaciones y el rastreo de objetos cercanos a la Tierra es lo que ha permitido conocer que en 23 años el asteroide Apophis pasará más cerca del planeta humano que los satélites de comunicaciones que se han instalado en el espacio.Como el telescopio más grande del mundo, agregaron, el de Arecibo tiene un papel clave en seguirle la trayectoria a asteroides como Apophis.La existencia de este importante laboratorio depende de que dos entidades estadounidenses se pongan de acuerdo sobre el financiamiento de sus operaciones o que alguna otra entidad, gubernamental o privada, asuma dicho papel.La NASA dejó de financiar el observatorio hace ya algún tiempo y la NSF, por recomendación de un panel de expertos que favorece un nuevo sistema aún no construido, amenaza con cerrarlo si para 2011 la Universidad de Cornell no asume el financiamiento de al menos la mitad del costo de las operaciones del centro científico.El presupuesto ya reducido del centro se estima en estos momentos en cerca de ocho millones de dólares anuales.El Gobierno de Puerto Rico realiza gestiones para lograr el apoyo financiero que permita mantener su operación. El Comisionado Residente de Puerto Rico en Washington radicó un proyecto en la Cámara de Representantes estadounidense para ordenar a la NSF y a la NASA que se aseguren de que el Observatorio reciba los fondos que necesita.La propuesta podría contar con apoyo en el subcomité de Asuntos Espaciales y Aeronáutica de la Cámara de Representantes. La suerte de este importante centro científico está, por tanto, en manos del Congreso de Estados Unidos o de un apoyo externo que extienda su vida. Si no surge esa ayuda, el planeta Tierra podría perder pronto un valioso instrumento para conocer y entender su entorno.. dpa

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