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domingo, junio 17, 2007
Nueva york versus Huracanes
Un huracán cerca de la Ciudad de Nueva York ocasionaría daños catastróficos.
Mientras que es poco probable que una tormenta toque tierra directamente en Manhattan, una tormenta cercana ocasionaría una enorme inundación y fuertes oleadas, afirman los expertos. Incluso el más mínimo huracán podría inundar las pistas del Aeropuerto John F. Kennedy y la acción demoledora de las olas impulsadas por el viento le causaría daños significativos a las construcciones, explica Stephen Baig, especialista en tormentas del Centro Nacional de Huracanes (National Hurricane Center) en Miami. También un huracán menor podría ocasionar una inundación a lo largo del Bajo Maniatan; dependiendo de cómo se acerque la tormenta y si llegue con marea alta o baja. Para empeorar las cosas, muchos de los ciudadanos de Nueva York no se dan cuenta de qué tan severos pueden ser los daños producidos por un huracán. Scott Mandia, profesor de física en Suffolk County Community College, en Selden, cree que los 4 millones de residentes de Long Island podrían sorprenderse con las secuelas producidas por la tormenta. ‘’Creo que lo que no entienden es qué tanto cambiarían sus vidas después de un huracán’’, explica Mandia. ‘’Aquellos que viven lejos del agua creen que un huracán significa tomarse un día del trabajo y luego volver a la normalidad’’. ‘’Provocaría un cierre económico de varias semanas, si no es que de un mes’’, continuó. ‘’El parálisis económico es lo que más sorprendería a la gente’’.
Gregory Caronia, director del plan de urgencia del Condado Nassau en Long Island, prepara a los residentes del condado para que puedan sobrevivir solos por lo menos cuatro o cinco días después de un huracán. ‘’Tenemos recursos limitados y mucha gente aquí, explica Caronia. ‘’Una respuesta rápida no es factible. Dentro de las ocho horas después del huracán podríamos recibir algún reconocimiento de los daños. Más allá de eso, tardaríamos de uno a tres días antes de poder ayudar a la gente’’.
Daños generales por el huracán
Los pronósticos también advierten que el huracán que sacude a la Ciudad de Nueva York podría causar problemas más allá de la ciudad misma.
‘’Desde el huracán Katrina nos hemos dado cuenta que un huracán mayor cerca de algún centro urbano puede tener repercusiones nacionales e internacionales’’, comentó Nicholas K. Coch, profesor de ciencias ambientales de la Universidad de Queens en la ciudad de Nueva York.
Nueva Orleáns, uno de los puertos más importantes de la nación, fue devastado el agosto pasado por el huracán Katrina. La destrucción contribuyó a un súbito incremento en los precios de petróleo y la ciudad sigue luchando para recuperarse.
Nueva York, centro financiero mundial, tiene una presencia aún más grande en el comercio nacional e internacional. Si un huracán cerrara el puerto de Nueva York y la bolsa de valores por una semana o más, el daño a la economía de la nación sería aún más severo que aquel causado por Katrina, explicó Coch.
A pesar de que tradicionalmente a Nueva York no se le asocia con huracanes, la ciudad los ha sufrido en el pasado y es vulnerable a una oleada de tormentas. En 1990, un estudio llevado a cabo por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (U.S. Army Corps of Engineers) afirmó que las tres ciudades de Estados Unidos más vulnerables a los huracanes son Nuevo Orleáns, Miami y Nueva York.
Historia de huracanes en Nueva York
La última vez que un huracán tocó tierra en Nueva York fue en 1985, cuando el huracán Gloria acabó con la costa de Nueva Jersey antes de establecerse en Long Island, al este de Manhattan. Pero cuando llegó la tormenta los vientos más fuertes se habían reducido a 161 kilómetros por hora, o menos. Caronia, el director del Manejo de Emergencias, está preocupado porque la gente que sufrió el huracán Gloria cree que ha visto lo peor que puede hacer una tormenta. ‘’Honestamente creo que Gloria fue un huracán menor’’, comentó. ‘’La gente evalúa su experiencia con huracanes dependiendo a lo que fueron expuestos. Es eso lo que me preocupa’’.
El peor huracán registrado en Nueva York golpeó a Long Island en septiembre de 1938 con vientos sostenidos que rebasaron los 193 kilómetros por hora. La tormenta mató a 600 personas y causó daños considerables desde Nueva Jersey a Nueva Inglaterra. Pero el ojo del huracán no pasó por Manhattan, minimizando el daño en el centro de la ciudad.
La ruta de los huracanes
La mayoría de los huracanes que llegan a Nueva York viajan paralelamente al litoral Atlántico de Estados Unidos, disminuyendo el peligro de golpear Manhattan. A pesar de esto, el litoral da vuelta bruscamente hacia el este, justo al norte de la ciudad, incrementando el riesgo en Long Island. ‘’La ciudad de Nueva York está resguardada lejos de la costa’’, dice el metereólogo Joe Bastardi del pronóstico meteorológico AccuWeather. ‘’Un huracán devastador en Nueva York tendría que ser peor en otro lado, como en Long Island o Nueva Jersey’’.
Las tormentas menores al huracán de 1938 han hecho gran daño a la ciudad. En 1821, el ojo del huracán produjo una oleada de 4 metros hacia el puerto de Nueva York, e inundó al Bajo Manhattan. La inundación hubiera sido menor si el ojo hubiera llegado cuando la marea estaba alta.
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