lunes, marzo 03, 2008

"Rarología", un libro sobre lo extrañas que puede resultar la vida cotidiana




Si por algo se caracteriza la ciencia es por la seriedad de sus afirmaciones, la profundidad de sus estudios y lo poco que suelen ponerse en duda sus investigaciones. Otra cosa es hablar de la rarología, una ciencia que utiliza métodos como disfrazarse de pollo gigante y que estudia cosas como el número de personas necesarias para comenzar una ola en un estadio y la búsqueda del chiste más gracioso del mundo.
Su autor, Richard Wiseman, es un psicólogo británico que ha estado de visita a Madrid para presentar su obra.
Dígame una cosa, para entender la 'rarología' ¿es imprescindible ser un poquito raro?
(Risas). Quizá sí, aunque espero que todo el mundo que lea el libro pueda entender todos los experimentos de los que hablo. Lo que le aseguro es que la gente normal también puede leerlo y entenderlo.
En el libro pone en jaque la labor de algunas profesiones y de algunas teorías que ayudan a las personas a tomar decisiones, ¿ha recibido alguna amenaza por ello?
(Risas). Bueno, a la gente que se dedica a la parapsicología no le ha gustado mucho lo que cuento. Y creo que a los fantasmas de los que hablan tampoco, pero afortunadamente ninguno me ha amenazado, al menos por el momento.¿Quién miente más y mejor, los astrólogos o los analistas financieros?
Bueno, ambos trabajan más o menos igual y se parecen mucho. Es sumamente complicado predecir qué pasará en los mercados financieros, algo que se mueve constantemente y vive en medio del caos. Pero los astrólogos son conscientes de que lo que dicen no es verdad, aunque el ser humano siga leyendo el horóscopo cada día en el periódico y se fíe de las supersticiones. Por eso argumento con estudios científicos y experimentos psicológicos que tiran abajo muchas de esas creencias.
Cuenta en la obra el experimento que se hizo con un astrólogo, un analista financiero y una niña de cuatro años. A los tres se les pidió que escogieran un grupo de valores para invertir en bolsa, en dos ocasiones fue esta última la ganadora absoluta. ¿Qué pasa, que es cierto eso de que los niños y los que beben son los únicos que dicen la verdad?
Bueno, lo que de verdad creo es que son muy listos en cuanto cumplen los tres años, así que mienten muy bien. Deben ser los borrachos, entonces (risas).
¿Por qué cree que la gente sigue confiando en el horóscopo y las supersticiones para guiar muchos de sus actos?
Creo que quizá sea porque es la única verdad que queremos y que nos interesa conocer. Si se analiza lo que nos dice el horóscopo cada día, vemos que casi siempre es agradable. "Tienes un enorme potencial", ¿a quién no le gusta escuchar eso? Preferimos obviar la parte que no nos gusta.
Ahora que estamos en campaña electoral, son muy oportunas las teorías que explican cómo diferenciar una sonrisa verdadera de una fingida, y las que hablan sobre el lenguaje de la mentira. ¿Usted quién cree que miente más, los políticos, los periodistas o los agentes inmobiliarios?
La respuesta es complicada, aunque creo que lo interesante es pensar quién miente mejor. Yo creo que los agentes inmobiliarios, porque manejan muchas mentiras (risas). A los políticos se les nota más porque tan sólo manejan una o dos. Y los periodistas... yo no diría que mienten, sino que ocultan información. Bueno, a eso también se le llama manipulación.
¿Se atrevería a dar nombres de políticos que mienten descaradamente?
El problema de los políticos es que llegan a creer que lo que dicen es verdad, aunque Nixon fue un gran mentiroso... ¡ah!, y Bill Clinton.

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