Santuario religioso fue edificado en paralelo con Caral. Unos murales multicolores distinguen a esta construcción de bloques de barro.
Antonio Bazán Chero. Chiclayo.
. Este hallazgo del antiguo templo es también una magnífica noticia para el turismo en el norte peruano. Empujados por el ventarrón del tiempo retrocedemos 4,000 años para visitar lo que sería el templo religioso más antiguo de América Latina, de acuerdo con lo que dijo ayer el arqueólogo Walter Alva al momento de presentarlo como la cuna de la cultura norperuana.
Este edificio descubierto en el complejo Ventarrón, distrito de Pomalca, se habría construido con bloques de barro en la misma época que la cultura Caral, cuya antigüedad data de 2,600 años a.C.
Según Alva lo expuesto ayer por primera vez ante los ojos del mundo sería el templo primigenio del norte del Perú, teniendo en cuenta que a través de pruebas de fechado radio carbónico (Carbono 14) hechas en un laboratorio norteamericano a las cenizas de un fogón encontrado al interior del recinto de barro, se constató que la antigüedad es de 4,000 años o 2,000 años a.C., paralelo a la cultura Caral, considerada la ciudad más antigua de América.
Pero la alegría de Alva por este descubrimiento descansa también en el mural multicolor encontrado en el ambiente principal del templo, cuya antigüedad es la misma del edificio. Esta gráfica retratada en uno de los muros del santuario muestra a un venado atrapado entre redes, en una suerte de ritual religioso practicado en la época.
Mural más antiguo
Gran hallazgo. Mural más antiguo hallado en el Continente. Es la representación de un venado atrapado entre redes.
"Este mural, que sería el más antiguo del continente americano, no muestra serpientes, felinos o dioses de la cultura andina como elementos iconográficos", menciona, mientras nos invita a descubrir la figura del venado envuelto en los trazos de las redes.
En zonas externas ubicadas al norte y sur del templo se hallaron murales en forma de "V" decorados por franjas rojas y blancas, en esquinas curvas, evidenciando un concepto arquitectónico particular.
Y es que la singularidad de la construcción –anota Alva– destaca además porque no se edificó en base a adobes o piedras, sino con bloques de barro, probablemente trasladados desde los ríos cercanos a la zona.
Este templo fue cubierto intencionalmente por los mismos constructores. Alva explica que las culturas antiguas enterraban las edificaciones al terminar el ciclo de vida de estas, por considerarlas un lugar sagrado. Añade que al momento de sepultar el templo los habitantes de entonces dejaron ofrendas como una concha de nácar proveniente de Ecuador sobre la que se talló un rostro primitivo, así como el esqueleto de un mono y un guacamayo, este último con un collar de turquesas puesto sobre el pecho como elementos de carácter ritual.
Parte de la edificación que es anterior a la cultura Mochica, Lambayeque, Chimú e Inca.
Luego muestra un fogón que sería el centro de un altar de culto al fuego sagrado, donde se incineraron ofrendas. De estas cenizas se realizaron las pruebas de fechado radio carbónico.
El también descubridor de la tumba del majestuoso Señor de Sipán hace un alto a la explicación para comentarnos que antes de iniciar la exploración el pasado 2 de agosto, este monumento era un montículo de basura, obligando a retirar hasta 130 volquetes llenos de desperdicios. Alva lamenta que un tercio del santuario haya sido destruido ya que los moradores del centro poblado Ventarrón extraían barro de este para la construcción de adobes, pero además lo cortaron a fin de construir corrales para animales.
4,000 años atrás
Walter Alva precisa que quienes edificaron este monumento de 4,000 años de antigüedad, ubicado a 10 kilómetros de Chiclayo, se desarrollaron previo a la cultura Cupisnique que evolucionó en este territorio entre los años 500 y 800 a.C. ¿Antigüedad? Alva agrega que el templo Ventarrón es anterior a las culturas Mochica (comienzos de la era cristiana hasta el siglo VII), Lambayeque (s. VIII a XII), Chimú e Inca.
En los arenales de Ventarrón también se realizan excavaciones paralelas, pero que no fueron mostradas ayer por los arqueólogos. Sin embargo Alva, que trabajó el proyecto Ventarrón, acompañado por su hijo Ignacio Alva Meneses, adelantó que podrían encontrarse otros templos.
El descubridor del monarca Sipán informó así que se han rescatado la tumba y mural de colores.
Datos
FINANCIAMIENTO. El proyecto del Complejo Ventarrón es financiado por la Unidad Ejecutora Naylamp que ha invertido 600 mil nuevos soles, según lo señalado por su titular Celso Sialer Távara.
TURISMO. El arqueólogo Walter Alva dijo que en breve se habilitaría la zona para recibir a los turistas, quienes podrán observar el trabajo de los arqueólogos en la misma zona.
Antonio Bazán Chero. Chiclayo.
. Este hallazgo del antiguo templo es también una magnífica noticia para el turismo en el norte peruano. Empujados por el ventarrón del tiempo retrocedemos 4,000 años para visitar lo que sería el templo religioso más antiguo de América Latina, de acuerdo con lo que dijo ayer el arqueólogo Walter Alva al momento de presentarlo como la cuna de la cultura norperuana.
Este edificio descubierto en el complejo Ventarrón, distrito de Pomalca, se habría construido con bloques de barro en la misma época que la cultura Caral, cuya antigüedad data de 2,600 años a.C.
Según Alva lo expuesto ayer por primera vez ante los ojos del mundo sería el templo primigenio del norte del Perú, teniendo en cuenta que a través de pruebas de fechado radio carbónico (Carbono 14) hechas en un laboratorio norteamericano a las cenizas de un fogón encontrado al interior del recinto de barro, se constató que la antigüedad es de 4,000 años o 2,000 años a.C., paralelo a la cultura Caral, considerada la ciudad más antigua de América.
Pero la alegría de Alva por este descubrimiento descansa también en el mural multicolor encontrado en el ambiente principal del templo, cuya antigüedad es la misma del edificio. Esta gráfica retratada en uno de los muros del santuario muestra a un venado atrapado entre redes, en una suerte de ritual religioso practicado en la época.
Mural más antiguo
Gran hallazgo. Mural más antiguo hallado en el Continente. Es la representación de un venado atrapado entre redes.
"Este mural, que sería el más antiguo del continente americano, no muestra serpientes, felinos o dioses de la cultura andina como elementos iconográficos", menciona, mientras nos invita a descubrir la figura del venado envuelto en los trazos de las redes.
En zonas externas ubicadas al norte y sur del templo se hallaron murales en forma de "V" decorados por franjas rojas y blancas, en esquinas curvas, evidenciando un concepto arquitectónico particular.
Y es que la singularidad de la construcción –anota Alva– destaca además porque no se edificó en base a adobes o piedras, sino con bloques de barro, probablemente trasladados desde los ríos cercanos a la zona.
Este templo fue cubierto intencionalmente por los mismos constructores. Alva explica que las culturas antiguas enterraban las edificaciones al terminar el ciclo de vida de estas, por considerarlas un lugar sagrado. Añade que al momento de sepultar el templo los habitantes de entonces dejaron ofrendas como una concha de nácar proveniente de Ecuador sobre la que se talló un rostro primitivo, así como el esqueleto de un mono y un guacamayo, este último con un collar de turquesas puesto sobre el pecho como elementos de carácter ritual.
Parte de la edificación que es anterior a la cultura Mochica, Lambayeque, Chimú e Inca.
Luego muestra un fogón que sería el centro de un altar de culto al fuego sagrado, donde se incineraron ofrendas. De estas cenizas se realizaron las pruebas de fechado radio carbónico.
El también descubridor de la tumba del majestuoso Señor de Sipán hace un alto a la explicación para comentarnos que antes de iniciar la exploración el pasado 2 de agosto, este monumento era un montículo de basura, obligando a retirar hasta 130 volquetes llenos de desperdicios. Alva lamenta que un tercio del santuario haya sido destruido ya que los moradores del centro poblado Ventarrón extraían barro de este para la construcción de adobes, pero además lo cortaron a fin de construir corrales para animales.
4,000 años atrás
Walter Alva precisa que quienes edificaron este monumento de 4,000 años de antigüedad, ubicado a 10 kilómetros de Chiclayo, se desarrollaron previo a la cultura Cupisnique que evolucionó en este territorio entre los años 500 y 800 a.C. ¿Antigüedad? Alva agrega que el templo Ventarrón es anterior a las culturas Mochica (comienzos de la era cristiana hasta el siglo VII), Lambayeque (s. VIII a XII), Chimú e Inca.
En los arenales de Ventarrón también se realizan excavaciones paralelas, pero que no fueron mostradas ayer por los arqueólogos. Sin embargo Alva, que trabajó el proyecto Ventarrón, acompañado por su hijo Ignacio Alva Meneses, adelantó que podrían encontrarse otros templos.
El descubridor del monarca Sipán informó así que se han rescatado la tumba y mural de colores.
Datos
FINANCIAMIENTO. El proyecto del Complejo Ventarrón es financiado por la Unidad Ejecutora Naylamp que ha invertido 600 mil nuevos soles, según lo señalado por su titular Celso Sialer Távara.
TURISMO. El arqueólogo Walter Alva dijo que en breve se habilitaría la zona para recibir a los turistas, quienes podrán observar el trabajo de los arqueólogos en la misma zona.
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