Quizá el índice más fiable de la proximidad cultural entre dos pueblos sea comparar las supersticiones de ambos. Cuanto más distintas, más lejanía cultural. El motivo radica en que estas creencias populares no tienen ningún tipo de justificación lógica y son puras supercherías. Son, quizá, las expresiones más originales de lo que se conoce como "cultura popular". Con esto no quiero decir que no tengan explicación. La tienen. Pero no son un desarrollo lógico del conocimiento sino de la concepción del mundo. Para cualquier occidental en Corea, la diferencia superficial será evidente. Sin embargo, en el fondo, las supersticiones en distintos países o culturas son expresiones de miedos e inseguridades comunes. Como ejemplo, el número 13 en Occidente es símbolo de mala suerte. Las explicaciones pueden ser distintas: quizá por el número de apóstoles de Jesucristo o por la forma que teníamos para contar: 10 dedos y dos pies, así que el 13 quedaba fuera del rango "natural". Puede ser el viernes 13 o el martes 13. Sea como fuere, forma parte del repertorio cultural popular.
El número de la mala suerte en Corea es el 4. Realmente no es un número de mala suerte. Es un número tabú. En coreano el 4 se pronuncia "sa" y es homófono del ideograma chino que significa "muerte".Tan arraigada está esta superstición que en muchos edificios no se indica el "4" en el piso correspondiente, sino "F" (four, en inglés). Aunque parezca exagerado, es mejor esta solución que la que se empleaba no hace mucho: simplemente se eliminaba el piso "4" y se pasaba del tercero al quinto.
La muerte, como todos los tabúes, es una fuente inagotable de supersticiones. El nombre de los fallecidos en Corea se escribe con tinta roja, así que no es de extrañar que cualquier coreano se asuste porque escriban su nombre con ese color, incluso si es en una clase de universitarios, aunque nadie puede explicar que los dojang, los sellos que se emplean para firmar, se empapen en tinta roja y a aparezcan en todos los documentos oficiales. Por supuesto, las supersticiones no son lógicas. El rojo, símbolo de la sangre, aparece en muchas supersticiones de muchos países.
En las ceremonias para los fallecidos se mete una cuchara en el cuenco del arroz, una de las ofrendas, para honrarlos. Ningún coreano hará eso al comer, aunque parezca el sitio ideal para no ensuciarla. Aunque muchos han pasado de la cuchara a los palillos, es la cuchara la que aparece en la superstición original, lógico si se entiende que los coreanos comían el arroz con la cuchara, no con los palillos. Cuando esta costumbre cambió, también lo hizo su referente, y pasó de la cuchara a los palillos. Es de lógica pensar que para agarrar el arroz hay que meter la cuchara o los palillos en el cuenco…Dejarla ahí, sin conexión con el comensal, es símbolo de muerte.
El cerdo es un animal de buena suerte en Corea. A diferencia de Occidente, donde connota suciedad y vagancia, en Corea es símbolo de prosperidad y supervivencia. Cualquier superstición relacionada con este animal es de buen agüero: soñar con un porcino hace que muchos coreanos no pierdan el tiempo al día siguiente para comprar lotería. Es un animal con tan buena suerte que a los niños se les suele llamar doaeji, "cerdo", para señalar que son gorditos y sanos. Por supuesto que los coreanos no relacionan al cerdo con la peste porcina o con las plagas, lo que llevó a árabes e israelíes a declararlo animal "impuro". Y siguiendo con los sueños, soñar con que perdemos el pelo o los dientes indicará que nos abandona la fortuna. Ese día, nohay lotería. Pero hay muchos negocios y nuevos usuarios de automóviles que hacen ceremonias con cabezas de cerdo cocidas a las que se reverencia y en cuya boca se mete dinero para tener buena suerte. El cerdo y el dinero, juntos, son una combinación irresistible, sobre todo este último, aunque esté en la boca de un animal tan dado a comerse todo. Así que, en Corea, "no seas un cerdo" tiene un significadomuy diferente, sobre todo, si tiene dinero en la boca.
La frase "darle alas" podría cambiarse en Corea por "darle zapatos". Aunque parece que originalmente es para mujeres, lo he oído también para hombres: regalar zapatos al novio o novia es invitarle a poner pies enpolvorosa. Si uno quiere llegar al altar, mejor que sea descalzo. En un país donde la gente anda descalza en casa, tiene sentido no ponerle un parde zapatos al alcance de "los pies" para que salga corriendo. Y curiosamente, tanto en España como en Corea, según lo que he visto, "barrerle los pies" a alguien le impedirá casarse. Hay algo siniestro en esto de los pies, los zapatos y las novias y novios. Uno entiende que haya tanto fetichismo en relación a estos apéndices tan poco estéticos.
El budismo también tiene sus influencias en las supersticiones. La gente con orejas grandes vive más tiempo. En cualquier imagen de Buda podremos ver unos enormes apéndices auriculares. Si la imagen de un Buda "feliz" es tener grandes orejas, no es difícil hacer lo propio con los más humanos. Podríamos relacionar esto, sin duda, con el tamaño delas orejas de los chanchos, que también parecen muy felices. Y si vemos que Buda suele aparecer representado con una barriga de proporciones considerables, no habría de extrañarnos que se asocie la gordura del cerdo con el bienestar y la felicidad. De ahí a la riqueza, un paso.
Lo más sorprendente de estas supersticiones es que, al contrario de lo que ocurre en Occidente, aquí siguen vivitas y coleando. Están tan integradas en la vida cotidiana que muchos ya no las consideran supersticiones, sino verdades fundamentadas o parte de la herencia cultural, que viene a ser lo mismo. No es de extrañar que muchas de estas supersticiones estén ligadasal chamanismo coreano y que, por ello, se "respeten" más en las zonas rurales que en las urbanas; pero cualquier occidental se sorprenderá de la enorme cantidad de referencias que escuchará a su llegada aquí de infinidad de supersticiones a las que se les da un valor probado mucho mayor del que se esperaría. Tanto es así, que no es raro ver a licenciados universitarios consultar con adivinos, chamanistaso budistas, si su pareja es la adecuada basándose en los "cuatro pilares": año, mes, día y hora de nacimiento; las casas yedificios de apartamentos se construyen, casi siempre, con la idea del pungsujiri (literalmente, teoría del viento, agua y tierra), tambiénconocido como el feng shui, o principios geománticos: la casa orientada al sur, un río delante y una montaña detrás. El símbolo de Seúl, por ello, es una montaña, el sol y un río, que forman la primera sílaba en coreano de la capital, como puede verse a pie de página en la web del ayuntamiento (http://www.seoul.go.kr/), aunque no sé porqué no aparece en la misma página en inglés. Quizá otra superstición.
Vistas así las cosas, no nos podemos sorprender de que las supersticiones estén presentes en todos los aspectos de la vida del país. Aunque sean representaciones irracionales de los miedos e inseguridades de la gente, ¿quién duda de que pasar por debajo de una escalera traiga mala suerte? Sobre todo si el trabajador que está subido a ella tiene mal pulso con losladrillos.
Por José María Areta Ayuso, Profesor del Departamento de Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad Kyunghee.
El número de la mala suerte en Corea es el 4. Realmente no es un número de mala suerte. Es un número tabú. En coreano el 4 se pronuncia "sa" y es homófono del ideograma chino que significa "muerte".Tan arraigada está esta superstición que en muchos edificios no se indica el "4" en el piso correspondiente, sino "F" (four, en inglés). Aunque parezca exagerado, es mejor esta solución que la que se empleaba no hace mucho: simplemente se eliminaba el piso "4" y se pasaba del tercero al quinto.
La muerte, como todos los tabúes, es una fuente inagotable de supersticiones. El nombre de los fallecidos en Corea se escribe con tinta roja, así que no es de extrañar que cualquier coreano se asuste porque escriban su nombre con ese color, incluso si es en una clase de universitarios, aunque nadie puede explicar que los dojang, los sellos que se emplean para firmar, se empapen en tinta roja y a aparezcan en todos los documentos oficiales. Por supuesto, las supersticiones no son lógicas. El rojo, símbolo de la sangre, aparece en muchas supersticiones de muchos países.
En las ceremonias para los fallecidos se mete una cuchara en el cuenco del arroz, una de las ofrendas, para honrarlos. Ningún coreano hará eso al comer, aunque parezca el sitio ideal para no ensuciarla. Aunque muchos han pasado de la cuchara a los palillos, es la cuchara la que aparece en la superstición original, lógico si se entiende que los coreanos comían el arroz con la cuchara, no con los palillos. Cuando esta costumbre cambió, también lo hizo su referente, y pasó de la cuchara a los palillos. Es de lógica pensar que para agarrar el arroz hay que meter la cuchara o los palillos en el cuenco…Dejarla ahí, sin conexión con el comensal, es símbolo de muerte.
El cerdo es un animal de buena suerte en Corea. A diferencia de Occidente, donde connota suciedad y vagancia, en Corea es símbolo de prosperidad y supervivencia. Cualquier superstición relacionada con este animal es de buen agüero: soñar con un porcino hace que muchos coreanos no pierdan el tiempo al día siguiente para comprar lotería. Es un animal con tan buena suerte que a los niños se les suele llamar doaeji, "cerdo", para señalar que son gorditos y sanos. Por supuesto que los coreanos no relacionan al cerdo con la peste porcina o con las plagas, lo que llevó a árabes e israelíes a declararlo animal "impuro". Y siguiendo con los sueños, soñar con que perdemos el pelo o los dientes indicará que nos abandona la fortuna. Ese día, nohay lotería. Pero hay muchos negocios y nuevos usuarios de automóviles que hacen ceremonias con cabezas de cerdo cocidas a las que se reverencia y en cuya boca se mete dinero para tener buena suerte. El cerdo y el dinero, juntos, son una combinación irresistible, sobre todo este último, aunque esté en la boca de un animal tan dado a comerse todo. Así que, en Corea, "no seas un cerdo" tiene un significadomuy diferente, sobre todo, si tiene dinero en la boca.
La frase "darle alas" podría cambiarse en Corea por "darle zapatos". Aunque parece que originalmente es para mujeres, lo he oído también para hombres: regalar zapatos al novio o novia es invitarle a poner pies enpolvorosa. Si uno quiere llegar al altar, mejor que sea descalzo. En un país donde la gente anda descalza en casa, tiene sentido no ponerle un parde zapatos al alcance de "los pies" para que salga corriendo. Y curiosamente, tanto en España como en Corea, según lo que he visto, "barrerle los pies" a alguien le impedirá casarse. Hay algo siniestro en esto de los pies, los zapatos y las novias y novios. Uno entiende que haya tanto fetichismo en relación a estos apéndices tan poco estéticos.
El budismo también tiene sus influencias en las supersticiones. La gente con orejas grandes vive más tiempo. En cualquier imagen de Buda podremos ver unos enormes apéndices auriculares. Si la imagen de un Buda "feliz" es tener grandes orejas, no es difícil hacer lo propio con los más humanos. Podríamos relacionar esto, sin duda, con el tamaño delas orejas de los chanchos, que también parecen muy felices. Y si vemos que Buda suele aparecer representado con una barriga de proporciones considerables, no habría de extrañarnos que se asocie la gordura del cerdo con el bienestar y la felicidad. De ahí a la riqueza, un paso.
Lo más sorprendente de estas supersticiones es que, al contrario de lo que ocurre en Occidente, aquí siguen vivitas y coleando. Están tan integradas en la vida cotidiana que muchos ya no las consideran supersticiones, sino verdades fundamentadas o parte de la herencia cultural, que viene a ser lo mismo. No es de extrañar que muchas de estas supersticiones estén ligadasal chamanismo coreano y que, por ello, se "respeten" más en las zonas rurales que en las urbanas; pero cualquier occidental se sorprenderá de la enorme cantidad de referencias que escuchará a su llegada aquí de infinidad de supersticiones a las que se les da un valor probado mucho mayor del que se esperaría. Tanto es así, que no es raro ver a licenciados universitarios consultar con adivinos, chamanistaso budistas, si su pareja es la adecuada basándose en los "cuatro pilares": año, mes, día y hora de nacimiento; las casas yedificios de apartamentos se construyen, casi siempre, con la idea del pungsujiri (literalmente, teoría del viento, agua y tierra), tambiénconocido como el feng shui, o principios geománticos: la casa orientada al sur, un río delante y una montaña detrás. El símbolo de Seúl, por ello, es una montaña, el sol y un río, que forman la primera sílaba en coreano de la capital, como puede verse a pie de página en la web del ayuntamiento (http://www.seoul.go.kr/), aunque no sé porqué no aparece en la misma página en inglés. Quizá otra superstición.
Vistas así las cosas, no nos podemos sorprender de que las supersticiones estén presentes en todos los aspectos de la vida del país. Aunque sean representaciones irracionales de los miedos e inseguridades de la gente, ¿quién duda de que pasar por debajo de una escalera traiga mala suerte? Sobre todo si el trabajador que está subido a ella tiene mal pulso con losladrillos.
Por José María Areta Ayuso, Profesor del Departamento de Lengua y Literatura Hispánicas de la Universidad Kyunghee.
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