Vamos allá, a la prisión; los dos solos, cantaremos
como pájaros en la jaula. Cuando me pidas la bendi-
ción, me arrodillaré a pedirte perdón: así viviremos y
rezaremos y cantaremos y contaremos viejos cuentos
y reiremos de las doradas mariposas. Y oiremos a los
pobres vagabundos hablar sobre la corte, y hablare-
mos también con ellos sobre quién gana y quién pier-
de; quién goza del favor, quién lo ha perdido. Y toma-
remos por cuenta nuestra el misterio de las cosas,
como si fuéramos espías de Dios. Y entre los muros de
una prisión, veremos pasar las conspiraciones de los
grandes, el flujo y reflujo a la luz de la luna.
como pájaros en la jaula. Cuando me pidas la bendi-
ción, me arrodillaré a pedirte perdón: así viviremos y
rezaremos y cantaremos y contaremos viejos cuentos
y reiremos de las doradas mariposas. Y oiremos a los
pobres vagabundos hablar sobre la corte, y hablare-
mos también con ellos sobre quién gana y quién pier-
de; quién goza del favor, quién lo ha perdido. Y toma-
remos por cuenta nuestra el misterio de las cosas,
como si fuéramos espías de Dios. Y entre los muros de
una prisión, veremos pasar las conspiraciones de los
grandes, el flujo y reflujo a la luz de la luna.
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