En lo que puede ser visto como una colisión entre la ciencia del siglo XXI y teorías conspirativas que tienen décadas de antigüedad, un equipo de investigación que incluye a un ex científico del FBI cuestiona ahora el análisis a las balas que usó el gobierno norteamericano para llegar a la conclusión de que Lee Harvey Oswald actuó solo para asesinar al presidente John F. Kennedy en 1963.
Así lo indica una investigación realizada por científicos de la Universidad de Texas A&M.
El director de las investigaciones Cliff Spiegelman, sin embargo, enfatizó que los estudios no apoyan necesariamente las teorías de conspiración que durante décadas han dudado de que Oswald haya sido el único atacante.
Este nuevo análisis de los investigadores incluyó nuevos cálculos estadísticos y un moderno análisis químico a las balas del mismo lote que habría usado Oswald. No llegaron a ninguna conclusión sobre si hubo más de un agresor, pero exhortaron a las autoridades a realizar un nuevo y completo análisis forense a los cinco fragmentos de bala que quedaron del asesinato del ex presidente norteamericano ocurrido hace 44 años.
Comisión Warren
La Comisión Warren concluyó en 1964 que Oswald efectuó tres disparos contra la caravana de vehículos que trasladaba a Kennedy desde el Texas School Book Depository de Dallas. Un comité de la Cámara de Representantes coincidió en 1979 y descubrió que dos balas que impactaron en Kennedy provenían del fusil de Oswald.
Los descubrimientos del comité estuvieron basados en parte en declaraciones del químico forense Vicent Guinn, que ya falleció y en ese momento dijo que los fragmentos recuperados provenían de sólo dos balas.
Guinn declaró que las balas que usó Oswald eran únicas y que era posible diferenciarlas entre sí incluso si ambas provenían del mismo cartucho. "Teniendo en cuenta la importancia e impacto del asesinato de JFK, sería conveniente desde el punto de vista científico que se volvieran a analizar los fragmentos de bala", recomendaron los investigadores.
Tobin, Spiegelman y James precisaron que para sus investigaciones compraron la misma marca y lote de balas usadas por Oswald y procedieron luego a analizar su plomo, pero recurriendo a los nuevos patrones.
Las balas de ese lote aún están en el mercado como objetos de colección. Los tres hombres llegaron a la conclusión de que las conjeturas científicas y estadísticas que había hecho Guinn –y que el gobierno norteamericano aceptó en su momento– para concluir que los fragmentos habían provenido de solo dos balas disparadas por el arma de Oswald estaban equivocadas.
"Este descubrimiento significa que los fragmentos de bala del asesinato que coinciden podrían haber provenido de tres balas diferentes o más", escribieron los investigadores en un documento que ofrece detalles sobre su estudio, que será publicado este año en la revista científica "Annals of Applied Statistics".
El estudio está disponible en la página de la internet de la revista.
Gary Mack, curador del Museo Sixth Floor de Dallas, que se focaliza en la vida y el asesinato de Kennedy, cuestionó los métodos del estudio.
"Su estudio no puede aclarar nada sobre el asesinato", sostuvo. "Eso es lo que yo entiendo porque ellos no estudiaron ninguno de los fragmentos verdaderos. Investigaron fragmentos similares y encontraron que la prueba en sí misma es defectuosa".
Magnicidio
Tobin fue el principal especialista en metales del laboratorio del FBI durante más de dos décadas.
Fue él quien analizó las pruebas de metal de los casos más importantes, incluidos el atentado a Oklahoma en 1995 y la explosión en 1996 del vuelo 800 de TWA, frente a Long Island.
Luego de jubilarse , Tobin despertó la atención al cuestionar el método científico utilizado por el FBI durante décadas que vincula a las balas con los criminales sospechosos por su contenido de plomo.
Las dudas planteadas tanto por Tobin hicieron que la Academia Nacional de Ciencias realizara una revisión que en 2003 concluyó, que el tipo de análisis de balas del FBI era imperfecto. El FBI estuvo de acuerdo y no lo usó más.
Así lo indica una investigación realizada por científicos de la Universidad de Texas A&M.
El director de las investigaciones Cliff Spiegelman, sin embargo, enfatizó que los estudios no apoyan necesariamente las teorías de conspiración que durante décadas han dudado de que Oswald haya sido el único atacante.
Este nuevo análisis de los investigadores incluyó nuevos cálculos estadísticos y un moderno análisis químico a las balas del mismo lote que habría usado Oswald. No llegaron a ninguna conclusión sobre si hubo más de un agresor, pero exhortaron a las autoridades a realizar un nuevo y completo análisis forense a los cinco fragmentos de bala que quedaron del asesinato del ex presidente norteamericano ocurrido hace 44 años.
Comisión Warren
La Comisión Warren concluyó en 1964 que Oswald efectuó tres disparos contra la caravana de vehículos que trasladaba a Kennedy desde el Texas School Book Depository de Dallas. Un comité de la Cámara de Representantes coincidió en 1979 y descubrió que dos balas que impactaron en Kennedy provenían del fusil de Oswald.
Los descubrimientos del comité estuvieron basados en parte en declaraciones del químico forense Vicent Guinn, que ya falleció y en ese momento dijo que los fragmentos recuperados provenían de sólo dos balas.
Guinn declaró que las balas que usó Oswald eran únicas y que era posible diferenciarlas entre sí incluso si ambas provenían del mismo cartucho. "Teniendo en cuenta la importancia e impacto del asesinato de JFK, sería conveniente desde el punto de vista científico que se volvieran a analizar los fragmentos de bala", recomendaron los investigadores.
Tobin, Spiegelman y James precisaron que para sus investigaciones compraron la misma marca y lote de balas usadas por Oswald y procedieron luego a analizar su plomo, pero recurriendo a los nuevos patrones.
Las balas de ese lote aún están en el mercado como objetos de colección. Los tres hombres llegaron a la conclusión de que las conjeturas científicas y estadísticas que había hecho Guinn –y que el gobierno norteamericano aceptó en su momento– para concluir que los fragmentos habían provenido de solo dos balas disparadas por el arma de Oswald estaban equivocadas.
"Este descubrimiento significa que los fragmentos de bala del asesinato que coinciden podrían haber provenido de tres balas diferentes o más", escribieron los investigadores en un documento que ofrece detalles sobre su estudio, que será publicado este año en la revista científica "Annals of Applied Statistics".
El estudio está disponible en la página de la internet de la revista.
Gary Mack, curador del Museo Sixth Floor de Dallas, que se focaliza en la vida y el asesinato de Kennedy, cuestionó los métodos del estudio.
"Su estudio no puede aclarar nada sobre el asesinato", sostuvo. "Eso es lo que yo entiendo porque ellos no estudiaron ninguno de los fragmentos verdaderos. Investigaron fragmentos similares y encontraron que la prueba en sí misma es defectuosa".
Magnicidio
Tobin fue el principal especialista en metales del laboratorio del FBI durante más de dos décadas.
Fue él quien analizó las pruebas de metal de los casos más importantes, incluidos el atentado a Oklahoma en 1995 y la explosión en 1996 del vuelo 800 de TWA, frente a Long Island.
Luego de jubilarse , Tobin despertó la atención al cuestionar el método científico utilizado por el FBI durante décadas que vincula a las balas con los criminales sospechosos por su contenido de plomo.
Las dudas planteadas tanto por Tobin hicieron que la Academia Nacional de Ciencias realizara una revisión que en 2003 concluyó, que el tipo de análisis de balas del FBI era imperfecto. El FBI estuvo de acuerdo y no lo usó más.
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