La policía rumana concluyó un importante caso de vandalismo. Según consta en el reporte policial "fueron los fantasmas".
Las familias de la localidad de Lilieci reportaron una serie de actos vandálicos que concluyeron en ventanas rotas, bicicletas revoleadas por el aire y otros destrozos menores.Cuando la policía llegó al lugar, los vecinos fueron agregando al testimonio otros fenómenos: Velas que se apagan sin viento, objetos que se deslizan por cuenta propia sobre las mesas, etc.Finalmente, los vecinos confesaron que creían que estaban siendo víctimas de espíritus malignos. Y los agentes se les rieron en la cara.De todas formas decidieron investigar el problema para dar (al mejor estilo Scooby-Doo) con la causa "terrenal" del problema. Ahora bien, resultó que en vez de decir algo como "no es un monstruo, es el viejo Jenkins que vive en el molino" terminaron admitiendo en el reporte policial que con sus propios ojos vieron que los culpables eran los fantasmas.Mircea Hadimbu, un vecino de 68 años, explicó que su casa fue totalmente desbaratada. "Las ventanas comenzaron a romperse una por una y dos bicicletas flotaban en el aire por cuenta propia", dijo. A su vez Meletina Bocancea de 78 años sostuvo que "las copas volaban por la casa y las velas se apagaban aunque no había la menor brisa". Un vocero de la policía dijo que "había botellas y otras cosas flotando por el aire. No sabía qué cosa esquivar primero. No pudimos encontrar nada que sugiera que hay otra causa que no sea la que sostiene la gente".Ante la impotencia de la policía para poner coto a estos fenómenos poltergeist a garrotazo limpio, se convocó a un cura para que realice un exorcismo. Y si eso falla... bueno... habrá que llamar a Bill Murray y el resto de los ¡Ghostbusters!
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