Los ganadores se anuncian cada año, pero tiene que transcurrir medio siglo para que las candidaturas a los Nobel se hagan públicas, una regla que desvela con el tiempo que Stalin fue candidato al premio de la Paz, mientras que Gandhi, que nunca logró el galardón, optó a él en cinco ocasiones.Cincuenta años de perspectiva pueden dar un aire de hilaridad a ciertas decisiones que, en su momento, fueron tomadas con la solemnidad que caracteriza a los premios Nobel, y así todavía figura en la página web de los galardones como una de las preguntas más consultadas si verdaderamente Josef Stalin (1879-1953) llegó a optar al Nobel de la Paz.La respuesta es que lo hizo en dos ocasiones: en 1945, por "sus esfuerzos para terminar la Segunda Guerra Mundial" y en 1948, a pesar de que, como se desvelaría más adelante, la barbarie dictatorial en la que desembocó su régimen hizo que murieran durante su mandato millones de personas.
Stalin
Stalin compartió en 1948 candidatura con el paladín de la revolución pacífica contra la colonización británica en la India, Mahatma Gandhi (1869-1948), que falleció pocos días después de que su quinta nominación volviera a ser infructuosa.Por ello, la fundación Nobel, que tiene entre sus reglas no otorgar ningún premio póstumo, entona su 'mea culpa' en un artículo titulado "Mahatma Gandhi, el ganador perdido": "Hasta 1960, el premio Nobel de la Paz era otorgado casi exclusivamente a europeos y americanos. Desde la perspectiva actual, el horizonte del Comité Noruego puede parecer muy estrecho. Él no era realmente un político o un propulsor de la ley internacional (...) y no era un organizador de congresos internacionales de paz. Habría pertenecido a una nueva hornada de ganadores del premio".En 1973, sin embargo, el Nobel de la Paz volvió a ser polémico al recaer en el norteamericano Henry Kissinger, secretario de Estado de EEUU, y en el vietnamita Le Duc Tho, uno de los fundadores del Partido Comunista de Indochina y organizador de la fuerzas del Viet Minh. Ambos llevaron a cabo unas reuniones secretas en 1970 que propiciaron la firma de la tregua de París en 1973, lo que les valió un Nobel conjunto, que Le Duc Tho rechazó por considerar que la situación en la que había quedado su país no le hacía merecedor de tal honor.Algunos tampoco han comulgado con la calidad de "pacifistas" de George Catlett Marshall (premiado en 1953 por su "Plan Marshall") o Dwight Eisenhower, candidato en 1955, que durante su mandato como presidente de los Estados Unidos desarrolló una política con pocas concesiones con los países comunistas, pese a haber luchado por evitar la catástrofe nuclear con su doctrina "Átomos para la paz".Precisamente, el que fuera secretario general de esta organización, Kofi Annan, fue reconocido con el Nobel de la Paz en 2001, que tampoco cayó bien entre los que ponían en duda la eficacia de las ONU tras las actuaciones en las guerras de la ex Yugoslavia y Ruanda.Además del citado Le Duc Tho, cinco premiados han rechazado el galardón. La mayoría de ellos, por presiones políticas por parte de su país de origen, como el escritor ruso Boris Pasternak que, según una teoría del periodista Ivan Tolstói, recibió el Nobel en 1958 como parte de una estrategia de la CIA para difundir su libro "Doctro Zhivago", que contenía un supuesto mensaje anticomunista.Yevgueni, el hijo de Pasternak, además de negar esa teoría, afirma que, en cualquier caso, el Nobel "sólo le trajo sufrimientos" a su padre, que se vio obligado a rechazar el premio más adelante para evitar su deportación. Finalmente, Jean-Paul Sartre no cambió, ni siquiera por el Nobel de Literatura que se le concedió en 1964, su política de no aceptar ningún tipo de galardón oficial.
Stalin
Stalin compartió en 1948 candidatura con el paladín de la revolución pacífica contra la colonización británica en la India, Mahatma Gandhi (1869-1948), que falleció pocos días después de que su quinta nominación volviera a ser infructuosa.Por ello, la fundación Nobel, que tiene entre sus reglas no otorgar ningún premio póstumo, entona su 'mea culpa' en un artículo titulado "Mahatma Gandhi, el ganador perdido": "Hasta 1960, el premio Nobel de la Paz era otorgado casi exclusivamente a europeos y americanos. Desde la perspectiva actual, el horizonte del Comité Noruego puede parecer muy estrecho. Él no era realmente un político o un propulsor de la ley internacional (...) y no era un organizador de congresos internacionales de paz. Habría pertenecido a una nueva hornada de ganadores del premio".En 1973, sin embargo, el Nobel de la Paz volvió a ser polémico al recaer en el norteamericano Henry Kissinger, secretario de Estado de EEUU, y en el vietnamita Le Duc Tho, uno de los fundadores del Partido Comunista de Indochina y organizador de la fuerzas del Viet Minh. Ambos llevaron a cabo unas reuniones secretas en 1970 que propiciaron la firma de la tregua de París en 1973, lo que les valió un Nobel conjunto, que Le Duc Tho rechazó por considerar que la situación en la que había quedado su país no le hacía merecedor de tal honor.Algunos tampoco han comulgado con la calidad de "pacifistas" de George Catlett Marshall (premiado en 1953 por su "Plan Marshall") o Dwight Eisenhower, candidato en 1955, que durante su mandato como presidente de los Estados Unidos desarrolló una política con pocas concesiones con los países comunistas, pese a haber luchado por evitar la catástrofe nuclear con su doctrina "Átomos para la paz".Precisamente, el que fuera secretario general de esta organización, Kofi Annan, fue reconocido con el Nobel de la Paz en 2001, que tampoco cayó bien entre los que ponían en duda la eficacia de las ONU tras las actuaciones en las guerras de la ex Yugoslavia y Ruanda.Además del citado Le Duc Tho, cinco premiados han rechazado el galardón. La mayoría de ellos, por presiones políticas por parte de su país de origen, como el escritor ruso Boris Pasternak que, según una teoría del periodista Ivan Tolstói, recibió el Nobel en 1958 como parte de una estrategia de la CIA para difundir su libro "Doctro Zhivago", que contenía un supuesto mensaje anticomunista.Yevgueni, el hijo de Pasternak, además de negar esa teoría, afirma que, en cualquier caso, el Nobel "sólo le trajo sufrimientos" a su padre, que se vio obligado a rechazar el premio más adelante para evitar su deportación. Finalmente, Jean-Paul Sartre no cambió, ni siquiera por el Nobel de Literatura que se le concedió en 1964, su política de no aceptar ningún tipo de galardón oficial.
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