1. El beso tornillo (también conocido como morreo). Típico-tópico de la edad adolescente. La única consigna para practicarlo es ‘no hay reglas, experimenta’. Las peores consecuencias se obtienen cuando se practica en una taberna de mala muerte sin cepillo ni palillos a mano, porque puedes rescatar los pedazos de carne que se le han quedado entre los dientes a tu churri. But don’t forget, ¡el amor también es compartir!
2. El beso aspirador. La técnica es la misma que la del tornillo (tongue to tongue) con la particularidad de que inspiras mientras lo besas. Suelen practicarlo hombres y mujeres en situaciones de gran ansiedad o excitación, o ese tipo de amantes que lo exageran todo y están abonados a los suspiros de pasión, do you fnow what I mean? Nota: los asmáticos no lo deberán practicar en ningún caso como sucedáneo del respirador.
3. El beso burgués. Es el más soso posible, ese que se dan las parejas que superaron el cuarto año de convivencia bajo el mismo techo. Se caracteriza por su exquisita puntualidad, porque se echa mano de él: A/ antes de que el consorte salga al trabajo y B/ una vez que el consorte vuelve del trabajo.
4. El beso abordaje. Sólo al alcance de gente pasional a la que no le importa que se pase el arroz. El mejor lugar para practicarlo es la cocina, mientras el otro está pelando cebolla, patatas o whatever. Su nombre se debe a que el ataque se realiza a traición y por detrás. El blanco perfecto: el lóbulo de la oreja, el cuello o la nuca.
5. El beso ‘cuenta conmigo’. Su función, más que sexual, es psicológica y equivale a decir: “Dont’t worry, you are not alone”. ¿Dónde se planta este ósculo? En la frente, tipo parternal, mejor si además rodeas al otro con el brazo o le das unas friegas en la espalda, dando ánimos.
6. El beso carnívoro. Es una variación del beso tornillo. Paso 1: acerca tu boca a la suya. Paso 2: muérdele el labio inferior. Paso 3: apechúgalo contra ti y pasa al morreo. Hay algunos que no usan la mordida como íncipit sino como colofón, pa’ cerrar el beso. Y, por supuesto, cuando lo hacen bien es inevitable ir a por otro. Así que ¡nunca terminas! Advertencia: Provoca adicción.
7. El beso años 30. Consiste en cerrar la boca, apretar los morros y mover la cabeza a derecha e izquierda, como las estrellas del cine en blanco y negro. Es uno de los más divertidos que existen. De hecho, era uno de los pasatiempos favoritos que teníamos mi hermana y yo de pequeñas.
8. El beso guarreo. Más que ser un beso es un lengüetazo de vaca. Consiste en pasar tu lengua por los labios del otro y funciona muy bien en pleno acto sexual. Por cierto: no es necesario compenetrarse con el otro y se caracteriza por una fuerte carga animal. Mejor cuanto más irracional sea. Nota: esta práctica está totalmente desaconsejada cuando no hay confianza con la otra persona porque el besador puede quedar como un desequilibrado total.
9. El beso mariposa. Para algunos, la mayor gilipollez que jamás se haya inventado. Se aplica pasando la pestaña de un@ por la mejilla del otro. Se supone que hace cosquillas. Esa es toda su gracia.
10. Y, por supuesto, el beso esquimal. Que como no lo he probado, no puedo decirte cómo es [aunque gracias a ‘David el Gnomo’ siempre lo asociaré a una puerta que chirría].
2. El beso aspirador. La técnica es la misma que la del tornillo (tongue to tongue) con la particularidad de que inspiras mientras lo besas. Suelen practicarlo hombres y mujeres en situaciones de gran ansiedad o excitación, o ese tipo de amantes que lo exageran todo y están abonados a los suspiros de pasión, do you fnow what I mean? Nota: los asmáticos no lo deberán practicar en ningún caso como sucedáneo del respirador.
3. El beso burgués. Es el más soso posible, ese que se dan las parejas que superaron el cuarto año de convivencia bajo el mismo techo. Se caracteriza por su exquisita puntualidad, porque se echa mano de él: A/ antes de que el consorte salga al trabajo y B/ una vez que el consorte vuelve del trabajo.
4. El beso abordaje. Sólo al alcance de gente pasional a la que no le importa que se pase el arroz. El mejor lugar para practicarlo es la cocina, mientras el otro está pelando cebolla, patatas o whatever. Su nombre se debe a que el ataque se realiza a traición y por detrás. El blanco perfecto: el lóbulo de la oreja, el cuello o la nuca.
5. El beso ‘cuenta conmigo’. Su función, más que sexual, es psicológica y equivale a decir: “Dont’t worry, you are not alone”. ¿Dónde se planta este ósculo? En la frente, tipo parternal, mejor si además rodeas al otro con el brazo o le das unas friegas en la espalda, dando ánimos.
6. El beso carnívoro. Es una variación del beso tornillo. Paso 1: acerca tu boca a la suya. Paso 2: muérdele el labio inferior. Paso 3: apechúgalo contra ti y pasa al morreo. Hay algunos que no usan la mordida como íncipit sino como colofón, pa’ cerrar el beso. Y, por supuesto, cuando lo hacen bien es inevitable ir a por otro. Así que ¡nunca terminas! Advertencia: Provoca adicción.
7. El beso años 30. Consiste en cerrar la boca, apretar los morros y mover la cabeza a derecha e izquierda, como las estrellas del cine en blanco y negro. Es uno de los más divertidos que existen. De hecho, era uno de los pasatiempos favoritos que teníamos mi hermana y yo de pequeñas.
8. El beso guarreo. Más que ser un beso es un lengüetazo de vaca. Consiste en pasar tu lengua por los labios del otro y funciona muy bien en pleno acto sexual. Por cierto: no es necesario compenetrarse con el otro y se caracteriza por una fuerte carga animal. Mejor cuanto más irracional sea. Nota: esta práctica está totalmente desaconsejada cuando no hay confianza con la otra persona porque el besador puede quedar como un desequilibrado total.
9. El beso mariposa. Para algunos, la mayor gilipollez que jamás se haya inventado. Se aplica pasando la pestaña de un@ por la mejilla del otro. Se supone que hace cosquillas. Esa es toda su gracia.
10. Y, por supuesto, el beso esquimal. Que como no lo he probado, no puedo decirte cómo es [aunque gracias a ‘David el Gnomo’ siempre lo asociaré a una puerta que chirría].
1 comentario:
Anda leche pero p q no hay comentarios por aquí? Con lo interesante y exhaustivo que ha resultado el catálogo éste!!
...Yo conozco aún una variante del "beso-abordaje" -la más común- que es cdo ese que llamas "el otro" resulta ser alguien que no conoces o apenas conoces, y te lanzas al abordaje en plan F Drake, con resultados que suelen ir desde la típica "cobra", hasta la no menos típica y desmoralizadora "y eso? a qué viene?". Este tipo se da mucho en las discotecas y suele ser de chicos a chicas, que dicen que siempre es mejor que pedirlo y obetener un "NO"...
Saludos!!!
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