Las vacas, las ovejas y los ciervos tienen tendencia a pastar y a descansar con su cuerpo orientado según un eje norte-sur, según un estudio de investigadores europeos publicado el lunes en Estados Unidos. Ya se sabía que las aves, las tortugas y los salmones recurren a su sentido geo-magnético para guiarse durante su migración, así como algunas especies de murciélagos o roedores que parecen también tener una especie de brújula en el cerebro, observaron estos científicos.
Para mostrar que grandes mamíferos también podían poseer un sexto sentido magnético, analizaron imágenes en Google Earth de 8.510 bovinos en 308 pasturas y llanuras del globo, así como datos de 2.974 cérvidos en más de 225 zonas de República Checa.“Estos análisis mostraron que estos animales, cuando pastaban o descansaban, tenían tendencia a alinear su cuerpo según un eje norte-sur” con la cabeza hacia el norte magnético, subrayó Sabine Begall, del Departamento de Zoología de la Facultad de Biología y geografía de la Universidad de Duisburg-Essen en Alemania, una de las coautoras de la investigación.“En la medida en la que la dirección del viento y la exposición al sol varían enormemente según los distintos lugares, concluimos que el campo magnético terrestre es un factor común que explica el comportamiento similar de estos animales en diferentes puntos del globo” , añadió en el estudio difundido en los Anales de la Academia nacional de ciencias estadounidense (PNAS) .
Para mostrar que grandes mamíferos también podían poseer un sexto sentido magnético, analizaron imágenes en Google Earth de 8.510 bovinos en 308 pasturas y llanuras del globo, así como datos de 2.974 cérvidos en más de 225 zonas de República Checa.“Estos análisis mostraron que estos animales, cuando pastaban o descansaban, tenían tendencia a alinear su cuerpo según un eje norte-sur” con la cabeza hacia el norte magnético, subrayó Sabine Begall, del Departamento de Zoología de la Facultad de Biología y geografía de la Universidad de Duisburg-Essen en Alemania, una de las coautoras de la investigación.“En la medida en la que la dirección del viento y la exposición al sol varían enormemente según los distintos lugares, concluimos que el campo magnético terrestre es un factor común que explica el comportamiento similar de estos animales en diferentes puntos del globo” , añadió en el estudio difundido en los Anales de la Academia nacional de ciencias estadounidense (PNAS) .
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