lunes, mayo 26, 2008

La sonda estadounidense Phoenix descendió sobre la superficie de Marte


La sonda estadounidense Phoenix se posó el domingo sobre el gélido polo norte de Marte tras un riesgoso descenso, en una misión iniciada hace nueve meses en pos de signos de posibles formas vida pasada o presente en el planeta rojo.
La sonda "Phoenix ha aterrizado", dijo un funcionario de la NASA tras confirmarse que la sonda se posó con éxito sobre la llanura circumpolar ártica de Marte, una zona libre de piedras llamada Vastitas Borealis cuya latitud correspondería en la Tierra al norte de Canadá.
Luego de su viaje de 679 millones de km desde que partió en agosto de 2007, y tras ingresar a 21.000 km/h a la alta atmósfera de Marte protegida por su escudo térmico, 'Phoenix Mars Lander' se convirtió en la primera nave espacial en llegar a la superficie marciana.
Los científicos aguardaban con ansiedad el amartizaje de la sonda, un proyecto de 420 millones de dólares de la agencia espacial estadounidense que pretende tomar una muestra del hielo del permafrost ártico de Marte para analizarlo en busca de signos de vida.
Desde el comienzo de la exploración de Marte en la década de 1960, más del 50% de las misiones fracasaron en sus intentos de tocar el planeta rojo.
"Francamente, esta fue lejos la parte más difícil", dijo a NASA TV Barry Goldstein, director del proyecto Phoenix en el Laboratorio Jet Propulsion, desde donde se controla la misión.
"Ni en sueños lo hubiera imaginado tan perfecto como salió", agregó el experto en la base de la agencia espacial estadounidense en Pasadena, California (oeste).
"Esperar y observar" era lo único que se podía hacer en las horas previas al amartizaje, había explicado Goldstein mientras la nave llevaba a cabo la riesgosa maniobra del descenso hasta tocar el planeta rojo, donde las temperaturas van de menos 73ºC a menos 33 grados Celsius.
"Este equipo tuvo un desempeño perfecto. No podrían haberlo hecho mejor", aseguró a NASA TV Peter Smith, principal investigador de la misión Phoenix en la Universidad de Arizona.
No obstante, los científicos sabrán si el despliegue del equipo con antenas solares se desarrolló como previsto cuando lleguen a Tierra las primeras imágenes, que el módulo orbital Mars Odyssey comenzaría a registrar dos horas después del amartizaje de la sonda.
"Esas fotos sí que valdrán el esfuerzo (...) Tenemos que asegurarnos de que la nave esté sana", dijo Smith, quien en los días previos explicó que su equipo pretende averiguar si el ártico marciano ha tenido alguna vez condiciones favorables para la vida microbiológica.
Dado que la región polar de Marte está sujeta a cambios de estación como la Tierra, los científicos buscan algún punto en el que la región se caliente y cambie a un suelo rico en agua con minerales que permitirían la vida.
"Nuestra meta es tomar una cucharada colmada de ese suelo helado" en busca de esos posibles indicios, explicó a periodistas Smith cuando Phoenix se acercaba a destino.
Dotado de una cámara, Phoenix desplegará un brazo articulado de 2,35 metros capaz de cavar en el suelo a una profundidad de un metro para buscar hielo y calentar muestras para detectar carbón y moléculas de hidrógeno esenciales para la vida.
La NASA tiene también en suelo marciano a los robots Spirit y Opportunity, que se posaron en enero de 2004 y desde entonces exploran el planeta rojo.

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