lunes, febrero 04, 2008

Glaciares del Himalaya enfrentan el deshielo


Así es como se repliega un glaciar. A casi cuatro mil metros sobre el nivel del mar, a la sombra de una agudo cumbre de los Himalaya, un muro de hielo negro escurre a la luz del Sol. Una piedra que cae rompe el silencio de las montañas, o el agua gorgotea bajo tierra, señal de que el glaciar se derrite desde dentro. Desde la boca por donde se vacía —conocida por los científicos como morrena terminal— una corriente ruidosa y espumosa baja precipitadamente para encontrarse con el río Ganges.
D.P. Dobhal, glaciólogo que ha dedicado los últimos tres años a escalar y picar el glaciar Chorabari, está parado al borde de la morrena terminal y apunta hacia adelante. Hace tres años, la morrena terminal estaba unos 25 metros más allá. En un mapa dibujado en 1962, estaba situada a 260 metros de este punto.
La empinada y solitaria tarea de Dobhal —medir los cambios en el tamaño y volumen del glaciar— apunta a una amenazadora preocupación mundial, con repercusiones particularmente serias para India y sus vecinos. Los miles de glaciares que salpican los 2.400 kilómetros de los Himalaya componen la cuenta de ahorros del suministro de agua del sur de Asia, al alimentar a más de una docena de ríos importantes y sustentar a mil millones de personas río abajo. Su evidente retirada amenaza con afectar todo, desde el suministro de agua potable de la región y la producción agrícola, hasta provocar enfermedades e inundaciones.
Los glaciares de India se cuentan entre los menos estudiados en el mundo, y carecen de las décadas de datos que requieren los científicos para deducir tendencias.
Pero la naciente investigación ofrece una instantánea de las consecuencias del calentamiento global para India y plantea interrogantes vitales respecto a cómo responderá ese país a ellas.
De acuerdo con las mediciones de Dobhal, la morrena terminal del Chorabari ha retrocedido nueve metros por año en los últimos tres años, y aunque ése es un tiempo demasiado corto para sacar conclusiones científicas sobre la salud del glaciar, se ajusta a un inquietante patrón de retirada de glaciares en toda la región de los Himalaya.
Un estudio reciente de la Organización de Investigación Espacial de India, que utilizó imágenes satelitales para medir los cambios en 466 glaciares, encontró más de un 20 por ciento de reducción en el tamaño entre 1962 y 2001, con casos en donde los glaciares más grandes se rompen en pedazos más pequeños, y cada uno se retrae más rápido que su progenitor.
Un estudio por separado, realizado en los años 90, encontró que el glaciar Parbati, uno de los más grandes en el área, se retraía a un ritmo de 50 metros al año.
Otro glaciar al que Dobhal ha hecho seguimiento, conocido como Dokriani, perdió 20 por ciento de su tamaño en tres décadas. Entre 1991 y 1995, su morrena terminal retrocedió lentamente 17 metros cada año.
Pérdidas similares se ven alrededor del mundo. Lonnie G. Thompson, glaciólogo en la Universidad Estatal de Ohio, encontró una pérdida de hielo del 22 por ciento en el glaciar Qori Kalis, en Perú, entre 1963 y 2002. Lo llamó “un tema recurrente ya sea que uno se encuentre en los Andes tropicales, los Himalaya o el Kilimanjaro, en África”.
El Chorabari, que baja desde el pico Kedarnath y cubre seis kilómetros cuadrados, es relativamente afortunado. Tiene la bendición de poseer una cubierta gruesa de rocas y peñascos, que actúan como una especie de aislante y retrasan que se derrita.
Desde que Dobhal comenzó a reunir datos en el Chorabari, en 2003, el glaciar ha disminuido su peso. Es decir, se derrite más rápido que el ritmo al que se acumulan la nieve y el hielo, y, como resultado, adelgaza aproximadamente dos metros cada año. El límite de las nieves perpetuas, además, es cada vez más alto.
Una vasta y antigua capa de hielo, un glaciar es, de hecho, el órgano más delicado del planeta, como una rodilla envejeciente que siente el comienzo del invierno.
Sus niveles más altos acumulan nieve y hielo cuando hace frío; sus niveles más bajos se derriten cuando hace calor.
Su supervivencia a largo plazo depende del balance entre la acumulación y el deshielo. Los glaciares del mundo sirven como un barómetro del calentamiento global, que, de acuerdo con un reporte de este año del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, ha sido estimulado en décadas recientes por los crecientes niveles de emisiones de gases de invernadero.
En su reporte, el panel internacional pronosticó que a medida que se derritan estos glaciares, se incrementaría la probabilidad de inundaciones durante las próximas tres décadas y después, cuando se retraigan, secarían los ríos que alimentan.
“En el curso del siglo”, advirtió de manera funesta, “se proyecta que el suministro de agua almacenado en los glaciares y la cubierta de nieve declinará, para reducir la disponibilidad de agua en regiones abastecidas por el agua de nieve de importantes cadenas montañosas, donde actualmente vive más de una sexta parte de la población mundial”.

2 comentarios:

Gingerspark dijo...

couldn't understand the whole article, but...
The glaciers are melting everywhere - here in Canada too. In the Rocky Mountains they will soon be gone.

sel dijo...

And it's sad because they're the main river's food and they can disappear in the same way...I wish a solution appears soon