El lunes 4 de febrero la Red de Espacio Profundo (DSN) envió una transmisión hacia la Estrella del Norte, Polaris. La transmisión fue la canción “Across the Universe” de Los Beatles en un intento de que alguna vida extraterrestre lo suficientemente avanzada nos escuchase.
Aunque este es un bonito gesto y puede crear aficionados a Los Beatles más allá de nuestro Sistema Solar, algunos científicos han expresado su preocupación por advertir la situación de nuestro planeta en el universo, en el caso de que los alienígenas que no estén escuchando no sean tan amistosos después de todo…
Los científicos que asisten a la reunión SETI “El Sonido del Silencio” en la Universidad Estatal de Arizona en Tempe esta semana están preocupados. Su preocupación se centra en algunos aspectos de la comunidad científica que quieren avisar y educar a formas suficientemente avanzadas más allá de la Tierra sobre nuestra presencia y situación en el cosmos. Los esfuerzos previos incluyeron información sobre nuestra biología en las sondas Voyager y Pioneer, y emisiones desde el observatorio de Arecibo en 1974. Estos intentos de comunicación además de “filtraciones” accidentales de señales de radio y televisión pueden estar viajando vastas distancias a través del espacio y tal vez siendo recibidas por alienígenas.
El argumentos principal contra intentar comunicarnos con otras civilizaciones es la posibilidad de que si hay alienígenas allí fuera que nos escuchan, puede que no sean amistosos. Ofreciendo nuestra situación, hechos críticos sobre nuestra sociedad, biología e inteligencia, ya hemos dado a unos posibles agresores alienígenas una ventaja estratégica. Esta amenaza es, obviamente, muy lejana, pero enviar información sobre nuestro actual estado de la humanidad será impreciso cuando se reciban las señales dentro de cientos, miles o millones de años, tal vez dando a las generaciones futuras una luz equivocada.
“Antes de enviar más mensajes simbólicos, tenemos que tener una discusión abierta sobre los riesgos potenciales […] Es muy generoso enviar nuestra enciclopedia, pero esto puede defraudar a futuras generaciones”. - Douglas Vakoch del Instituto SETI en Mountain View, California.Vakoch no está preocupado de que nos estemos arriesgando a una invasión alienígena en algún momento cercano, pero destaca la necesidad de discutir las implicaciones de los intentos de comunicación extraterrestre en un foro científico abierto antes de actuar.
Si allí fuera hay seres alienígenas, sin embargo, están muy tranquilos. El propósito de la reunión de los “Sonidos del Silencio” es discutir por qué el proyecto SETI, hasta ahora, no ha encontrado ninguna sugerencia convincente de que haya alguna forma de vida transmitiendo su presencia al universo.
“¿Hemos estados mirando en el lugar inadecuado, en el momento inadecuado, de la forma inadecuada?” pregunta el Profesor Paul Davies de la Universidad Estatal de Arizona. “El propósito de esta reunión es crear una tormenta de ideas para un nuevo pensamiento radicalmente nuevo sobre el tema”.
Aunque este es un bonito gesto y puede crear aficionados a Los Beatles más allá de nuestro Sistema Solar, algunos científicos han expresado su preocupación por advertir la situación de nuestro planeta en el universo, en el caso de que los alienígenas que no estén escuchando no sean tan amistosos después de todo…
Los científicos que asisten a la reunión SETI “El Sonido del Silencio” en la Universidad Estatal de Arizona en Tempe esta semana están preocupados. Su preocupación se centra en algunos aspectos de la comunidad científica que quieren avisar y educar a formas suficientemente avanzadas más allá de la Tierra sobre nuestra presencia y situación en el cosmos. Los esfuerzos previos incluyeron información sobre nuestra biología en las sondas Voyager y Pioneer, y emisiones desde el observatorio de Arecibo en 1974. Estos intentos de comunicación además de “filtraciones” accidentales de señales de radio y televisión pueden estar viajando vastas distancias a través del espacio y tal vez siendo recibidas por alienígenas.
El argumentos principal contra intentar comunicarnos con otras civilizaciones es la posibilidad de que si hay alienígenas allí fuera que nos escuchan, puede que no sean amistosos. Ofreciendo nuestra situación, hechos críticos sobre nuestra sociedad, biología e inteligencia, ya hemos dado a unos posibles agresores alienígenas una ventaja estratégica. Esta amenaza es, obviamente, muy lejana, pero enviar información sobre nuestro actual estado de la humanidad será impreciso cuando se reciban las señales dentro de cientos, miles o millones de años, tal vez dando a las generaciones futuras una luz equivocada.
“Antes de enviar más mensajes simbólicos, tenemos que tener una discusión abierta sobre los riesgos potenciales […] Es muy generoso enviar nuestra enciclopedia, pero esto puede defraudar a futuras generaciones”. - Douglas Vakoch del Instituto SETI en Mountain View, California.Vakoch no está preocupado de que nos estemos arriesgando a una invasión alienígena en algún momento cercano, pero destaca la necesidad de discutir las implicaciones de los intentos de comunicación extraterrestre en un foro científico abierto antes de actuar.
Si allí fuera hay seres alienígenas, sin embargo, están muy tranquilos. El propósito de la reunión de los “Sonidos del Silencio” es discutir por qué el proyecto SETI, hasta ahora, no ha encontrado ninguna sugerencia convincente de que haya alguna forma de vida transmitiendo su presencia al universo.
“¿Hemos estados mirando en el lugar inadecuado, en el momento inadecuado, de la forma inadecuada?” pregunta el Profesor Paul Davies de la Universidad Estatal de Arizona. “El propósito de esta reunión es crear una tormenta de ideas para un nuevo pensamiento radicalmente nuevo sobre el tema”.
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