Los nogales segregan en gran cantidad una sustancia similar a la aspirina que minimiza los efectos de la sequía o de otras agresiones, descubrieron científicos.
Expertos del Centro nacional de investigación atmosférica (NCAR) estimaron que el hallazgo abre nuevos caminos de investigación sobre las reacciones de los vegetales al medio ambiente y su impacto sobre la calidad del aire.
Este fenómeno puede también potencialmente dar a los agricultores una primera alerta sobre problemas en sus cosechas.
"A diferencia de los humanos que toman aspirina para combatir una fiebre o una inflamación, las plantas tienen la capacidad de producir su propia forma de aspirina, generando la formación de proteínas que estimulan sus defensas bioquímicas y minimizan los daños sufridos", explicó Thomas Karl, científico del NCAR y principal autor del estudio.
"Nuestras mediciones muestran que montos significativos de esta sustancia química pueden ser detectados en la atmósfera cuando las plantas responden a la sequía, temperaturas extremas u otros factores de estrés", añadió.
Hace tiempo que los científicos sabían que las plantas pueden producir en laboratorio salicilato de metilo, una forma química del ácido acetilsalicílico, o aspirina. Pero hasta ahora no habían detectado salicilato de metilo en el ecosistema ni verificado que los vegetales emiten esta sustancia química en gran cantidad en la atmósfera.
"Las interacciones de la biosfera y de la atmósfera son importantes para comprender el sistema terrestre", estimó Cliff Jacobs, director de programas de investigación del departamento de ciencias atmosféricas del NCAR.
Esta investigación fue divulgada en la última edición del periódico Biogeoscience y fue financiada por la National Science Foundation.
Expertos del Centro nacional de investigación atmosférica (NCAR) estimaron que el hallazgo abre nuevos caminos de investigación sobre las reacciones de los vegetales al medio ambiente y su impacto sobre la calidad del aire.
Este fenómeno puede también potencialmente dar a los agricultores una primera alerta sobre problemas en sus cosechas.
"A diferencia de los humanos que toman aspirina para combatir una fiebre o una inflamación, las plantas tienen la capacidad de producir su propia forma de aspirina, generando la formación de proteínas que estimulan sus defensas bioquímicas y minimizan los daños sufridos", explicó Thomas Karl, científico del NCAR y principal autor del estudio.
"Nuestras mediciones muestran que montos significativos de esta sustancia química pueden ser detectados en la atmósfera cuando las plantas responden a la sequía, temperaturas extremas u otros factores de estrés", añadió.
Hace tiempo que los científicos sabían que las plantas pueden producir en laboratorio salicilato de metilo, una forma química del ácido acetilsalicílico, o aspirina. Pero hasta ahora no habían detectado salicilato de metilo en el ecosistema ni verificado que los vegetales emiten esta sustancia química en gran cantidad en la atmósfera.
"Las interacciones de la biosfera y de la atmósfera son importantes para comprender el sistema terrestre", estimó Cliff Jacobs, director de programas de investigación del departamento de ciencias atmosféricas del NCAR.
Esta investigación fue divulgada en la última edición del periódico Biogeoscience y fue financiada por la National Science Foundation.
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