Un equipo de científicos e ingenieros dirigidos desde el Laboratorio de Investigación Naval (NRL) estudiará cómo diseñar un radiotelescopio en la Luna para escudriñar en la época de la historia del universo que aún sigue del todo inexplorada: la era más arcaica.
La NASA patrocinará una serie de proyectos aptos para su posible realización en misiones espaciales astronómicas de la próxima generación.Entre los proyectos a estudiar está el Interferómetro Lunar de la Era Oscura (DALI, por sus siglas en inglés), el concepto impulsado por el NRL para un radiotelescopio que se instalaría en la Luna, y con el que se podría estudiar una época muy lejana del universo temprano, la de los primeros 100 millones de años de su existencia.Aunque el cielo nocturno está lleno de estrellas, éstas no se formaron instantáneamente justo después del Big Bang. Hubo un intervalo, ahora llamado la "Era Oscura", en el cual el universo no estuvo iluminado por ninguna estrella. El más abundante elemento en el universo y el material básico del que están hechos las estrellas, muchos planetas y las personas es el hidrógeno. Afortunadamente, el átomo de hidrógeno puede producir una señal en la parte del espectro electromagnético que corresponde a las ondas de radio de 21 centímetros; una longitud de onda mucho más larga que la que puede detectar el ojo humano. Si estas primeras señales de los átomos de hidrógeno en la Era Oscura pueden ser detectadas, los astrónomos podrían averiguar cómo evolucionaron las primeras estrellas, las primeras galaxias y finalmente el universo moderno.
Debido a que el universo se está expandiendo, las señales de estos distantes átomos de hidrógeno se verán "estiradas" (o desviadas hacia el rojo) exhibiendo longitudes de onda mucho más largas, de hasta varios metros. Si bien las observaciones astronómicas en longitudes de onda de radio tienen una larga historia, esta porción del espectro electromagnético está siendo ahora muy utilizada para muchas transmisiones civiles y militares, que son millones de veces más brillantes que la señal del hidrógeno que los astrónomos intentan detectar. Adicionalmente, las capas superiores de la atmósfera de la Tierra están ionizadas (por eso se llama ionosfera a esa región) e introducen distorsiones en las señales astronómicas que pasan a través de ella en su camino hacia los radiotelescopios ubicados en la superficie del planeta.Sin la atmósfera ni el blindaje de la Tierra, la cara oculta de la Luna presenta un ambiente casi ideal para un radiotelescopio sensible a la Era Oscura. Desarrollando el concepto del DALI, científicos e ingenieros investigarán sobre la construcción de nuevas antenas, los métodos para desplegarlas, la electrónica capaz de sobrevivir en el severo ambiente lunar, y otras tecnologías relacionadas, con el objetivo de que todo ello sirva de "hoja de ruta" para la investigación preliminar y el desarrollo de un radiotelescopio lunar durante la próxima década.
Información adicional en:
NRL
Debido a que el universo se está expandiendo, las señales de estos distantes átomos de hidrógeno se verán "estiradas" (o desviadas hacia el rojo) exhibiendo longitudes de onda mucho más largas, de hasta varios metros. Si bien las observaciones astronómicas en longitudes de onda de radio tienen una larga historia, esta porción del espectro electromagnético está siendo ahora muy utilizada para muchas transmisiones civiles y militares, que son millones de veces más brillantes que la señal del hidrógeno que los astrónomos intentan detectar. Adicionalmente, las capas superiores de la atmósfera de la Tierra están ionizadas (por eso se llama ionosfera a esa región) e introducen distorsiones en las señales astronómicas que pasan a través de ella en su camino hacia los radiotelescopios ubicados en la superficie del planeta.Sin la atmósfera ni el blindaje de la Tierra, la cara oculta de la Luna presenta un ambiente casi ideal para un radiotelescopio sensible a la Era Oscura. Desarrollando el concepto del DALI, científicos e ingenieros investigarán sobre la construcción de nuevas antenas, los métodos para desplegarlas, la electrónica capaz de sobrevivir en el severo ambiente lunar, y otras tecnologías relacionadas, con el objetivo de que todo ello sirva de "hoja de ruta" para la investigación preliminar y el desarrollo de un radiotelescopio lunar durante la próxima década.
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