El mayor códice manuscrito del mundo, la conocida como Biblia del Diablo, ha vuelto a Praga el pasado domingo, en medio de extremas medidas de seguridad, para quedarse en la ciudad algunos meses. Durante la Guerra de los Treinta Años, los soldados suecos se llevaron el libro, que pesa como un hombre adulto, del territorio checo.
El libro, conocido también como Codex Gigas, tiene cubiertas de madera con las medidas de 92 x 50,5 x 22 centimetros y pesa 75 kilos. El volumen, considerado como uno de los manuscritos más valiosos de la época medieval, se elaboró hacia finales del siglo XII y principios del XIII en el monasterio benedictino de Podlažice, en Bohemia Oriental. En su tiempo se comparaba con las siete maravillas del mundo.
A lo largo de sus 312 hojas de pergamino se puede leer una traducción latina del Viejo y Nuevo Testamento, un Penitencial -es decir, un libro de orientación para los confesores- fórmulas médico-hechiceras y un calendario. También trae una transcripción de la Crónica de Cosmas, (Chronica Boemorum, de principios del siglo XII), la crónica más antigua que trata de la historia de los checos.
La presencia de una determinada miniatura del diablo en una de sus páginas despertó numerosas suposiciones misteriosas acerca del libro. Circulaba la leyenda de que el monje que se ocupó de la redacción tenía un ayudante proveniente diractamente del infierno -de ahí el nombre de la Biblia del Diablo.
El códice cambió varias veces de dueño viniendo finalmente a parar a las famosas colecciones del emperador Rodolfo II , en el Castillo de Praga. A finales de la Guerra de los Treinta Años, el ejército sueco, que tenía Praga sitiada, se adueñó del libro y de otros valiosos objetos de propiedad imperial, que pasaron a partir de entonces a engrosar las colecciones de la reina Cristina I de Suecia.
Ahora, la Biblioteca Real de Estocolmo ha prestado el libro a la Bibloteca Nacional Checa, que expone el extraordinario libro en la galería del Klementinum del 20 de septiembre al 6 de enero. Será el centro de la exposición que lleva en nombre de Codex Gigas-Biblia del Diablo (Secretos del libro más grande del mundo) que se celebra en la Biblioteca, donde se ha construido una cámara de caudales especial para el manuscrito
El libro, conocido también como Codex Gigas, tiene cubiertas de madera con las medidas de 92 x 50,5 x 22 centimetros y pesa 75 kilos. El volumen, considerado como uno de los manuscritos más valiosos de la época medieval, se elaboró hacia finales del siglo XII y principios del XIII en el monasterio benedictino de Podlažice, en Bohemia Oriental. En su tiempo se comparaba con las siete maravillas del mundo.
A lo largo de sus 312 hojas de pergamino se puede leer una traducción latina del Viejo y Nuevo Testamento, un Penitencial -es decir, un libro de orientación para los confesores- fórmulas médico-hechiceras y un calendario. También trae una transcripción de la Crónica de Cosmas, (Chronica Boemorum, de principios del siglo XII), la crónica más antigua que trata de la historia de los checos.
La presencia de una determinada miniatura del diablo en una de sus páginas despertó numerosas suposiciones misteriosas acerca del libro. Circulaba la leyenda de que el monje que se ocupó de la redacción tenía un ayudante proveniente diractamente del infierno -de ahí el nombre de la Biblia del Diablo.
El códice cambió varias veces de dueño viniendo finalmente a parar a las famosas colecciones del emperador Rodolfo II , en el Castillo de Praga. A finales de la Guerra de los Treinta Años, el ejército sueco, que tenía Praga sitiada, se adueñó del libro y de otros valiosos objetos de propiedad imperial, que pasaron a partir de entonces a engrosar las colecciones de la reina Cristina I de Suecia.
Ahora, la Biblioteca Real de Estocolmo ha prestado el libro a la Bibloteca Nacional Checa, que expone el extraordinario libro en la galería del Klementinum del 20 de septiembre al 6 de enero. Será el centro de la exposición que lleva en nombre de Codex Gigas-Biblia del Diablo (Secretos del libro más grande del mundo) que se celebra en la Biblioteca, donde se ha construido una cámara de caudales especial para el manuscrito
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